Sección: Junior

Para los más pequeños de la casa:




1º: Cuándo cojais a las tortugas después lavaros muy bien las manos con jabón porque pueden transmitir enfermedades.

2º: Si las tortugas son bebés hay que cogerlas con una mano por ambos lados del caparazón con mucho cuidado y si ya son adultas con ambas manos y por ambos lados del caparazón.

3º: Alas tortugas no le gusta que las cojan mucho y tampoco que le toquen la cabeza.

4º: Hay que echarles una vez de comer al día. Hay personas que le echan una vez a la semana mucha comida pero es mejor poquita una vez al día.
¿ Cómo son las tortugas ?

Las tortugas forman parte de los reptiles. Todos los reptiles (serpientes, cocodrilos, lagartos, tortugas, ...) son de sangre fría, y eso quiere decir que para calentarse deben ponerse al sol. Cuando hace más frío (como en invierno), las tortugas no pueden calentarse, y lo que hacen es esconderse en agujeros o enterrarse y pasar el invierno totalmente paradas. De esta forma no necesitan comer, ya que no gastan energía.

Hay dos características que siempre han definido a las tortugas: son lentas y tienen un caparazón. En realidad, esto no es del todo cierto. Hay tortugas que son muy veloces, como algunas tortugas de agua y como las tortugas marinas, y también hay tortugas que no tienen caparazón: las tortugas que caparazón blando. Estas tortugas tienen una especie de piel dura en lugar del caparazón, ya que su defensa es el camuflaje (esconderse en la arena del fondo) y su velocidad para huir.

Las tortugas, como el resto de reptiles, tienen escamas (no tienen piel como la nuestra ni tampoco pelo). Estas escamas son como pequeñas placas puestas unas encima de otras, que les sirven como protección (si les muerden, no les hacen tanto daño como nos harían a nosotros).
También tienen uñas muy fuertes, y la mayoría de ellas tienen una muy buena defensa: esconderse dentro del caparazón. De esta forma, si algún animal les ataca, solo se encuentra con su duro caparazón, ya que sus patitas y su cabeza están escondidas dentro de él.

Especies de tortugas

Hay más de 300 especies de tortugas. Para diferenciarlas bien deberíamos separarlas por familia, género, ... pero como es un poco complicado, haremos una separación dependiendo de los sitios donde vivan para que podáis aprender un poco más:

- Tortugas marinas: Son las tortugas que viven en los distintos mares y océanos del planeta. Hay muy pocas especies (tan solo 7), y están en peligro de extinción, porque las pescan (muchas sin querer, pero algunas las pescan para comérselas).

- Tortugas terrestres: Son las típicas tortugas lentas, con caparazones bastante abombados, que acostumbran a comer vegetales y verduras. Hay muchas especies de este tipo, y se pueden encontrar en América, Europa, Asia y África. Las hay que son muy grandes, como las tortugas de las Galápagos, y algunas muy pequeñas, como unas especies africanas que no miden más de 10 cm.

- Tortugas acuáticas: Con este nombre se conocen las tortugas que viven en agua dulce: en ríos, lagos, estanques, pantanos, ... Hay muchísimas especies de este tipo en todos los continentes, pero las más conocidas son las tortugas americanas, como las de orejas rojas (en todas las tiendas venden especies similares). En este grupo también encontramos las tortugas de caparazón blando, la tortuga mordedora, la tortuga mata-mata, las tortugas de cuello lateral, ...

- Tortugas semi-acuáticas: Se trata de tortugas que viven en lugares muy húmedos, y que a veces están en tierra y a veces en el agua. Hay también muchas especies en este grupo, sobretodo en América y en Asia.

Datos curiosos sobre las tortugas

- Las tortugas son unos animales que se adaptan muy bien a muchos sitios. Por eso las podemos encontrar en América, Europa, Asia, África y Oceanía. Pueden vivir en el mar, en ríos lentos, lagos, ciénagas, en ríos de alta montaña, en zonas costaneras, en desiertos, sabanas, bosques, estepas, en la montaña, ...

- Las tortugas más grandes del mundo: Las tortugas más grandes del mundo son las tortugas laúd. Habitan en distintos océanos del planeta. Pueden medir más de 1'80 metros y pesar más de 750 kg.

- Unos animales que pueden vivir más de 100 años: Las tortugas son unos de los animales que pueden vivir más años. Algunas especies terrestres, como las tortugas de las Islas Galápagos, pueden vivir más de 100 años.

Cuidados generales

Cómo debéis mantener vuestras tortugas
Lo más importante a la hora de saber cómo debemos cuidar a una tortuga será saber a qué especie pertenece. En la sección de especies podréis encontrar también información sobre todas las especies, para que podáis cuidarlas de la mejor forma.
Infotortuga.com ha hecho una pequeña guía muy sencilla para poder conocer los cuidados mínimos de las tortugas acuáticas, que son las que encontraréis más a menudo en las tiendas. Para descargaros esta guía, visitad esta sección: Guía de cuidados de las tortugas acuáticas
Si tenéis cualquier duda nos podéis escribir a infotortuga@gmail.com y os ayudaremos en todo lo que podamos.

 
Temperatura en tortugas acuáticas
Las tortugas acuáticas que todavía son pequeñas (1 ó 2 años) no están preparadas para poder hibernar. Para evitar que dejen de comer durante el invierno, deberíais poner en su acuario un calentador (lo venden en las tiendas de animales) a una temperatura de unos 26ºC. De esta forma, las tortugas no dejarán de comer durante el invierno y estarán más fuertes para afrontar el próximo invierno.

 
Higiene
Hay dos cosas muy importantes que debéis tener en cuenta:
- El acuario debe estar siempre limpio, porque así podéis evitar que vuestras tortugas se pongan enfermas. En el caso de las tortugas terrestres cada día, cuando terminen de comer, deberéis retirar los restos para evitar que vayan allí insectos y otros bichos.
- Después de coger y tocar vuestras tortugas o el agua del acuario, siempre os tenéis que lavar las manos con jabón, porque si no es posible que os transmitan alguna enfermedad.

Cómo se debe coger una tortuga
Cuando vayamos a coger una tortuga deberemos ir con mucho cuidado para no hacerle daño. Si la tortuga es pequeña todavía podremos cogerla por ambos lados del caparazón con los dedos índice y meñique. Deberemos vigilar mucho de que nuestros dedos no queden cerca de su boca, ya que podrían mordernos.
Si la tortuga es ya grande deberemos cogerla con las dos manos, sujetando con cada mano un lado de su caparazón.

¿POR QUÉ SE PELEAN LAS TORTUGAS? REFLEXIONES DE UNA TORTUGUERA
 

Un día, una tortuga me dijo:
“La tortuga es un reptil que desde que es un huevo, ya es abandonado por su madre a su suerte.
En libertad cuando es pequeñita tiene que aprender qué puede o no comer. También tiene que aprender a mantenerse oculta y a huir de sus depredadores para no ser comida, a buscar el mejor sitio para tomar el sol.
Así va pasando el tiempo y se hace adulta y territorial, momento en el que busca compañía para aparearse y reproducirse y volver a empezar el ciclo de la vida”.
Y me propuso:
-Observa a tus tortugas y me cuentas qué hacen y luego yo te contaré que les ocurre realmente:


Día 1 – Mi tortuga de dos años ( orejas rojas) le hace palmitas a mi tortuga de 1 año (orejas amarillas).
Ja ja , lo ves se llevan bien, están jugando.

-Pues ¡no! esto es una conducta de juego pero también de cortejo, aunque hay que tener cuidado y observarlas bien, pues puede que te confundas y una tortuga esté marcando su superioridad o acosando y no dejando tranquila a las demás, sobre todo entre especies diferentes, y son machos.

Día 2 - Mi tortuga tiene un bocado en el cuello.
Jaja , fue fallo mío le eché mucha comida y seguro que la más grande le metió un bocadito sin querer a la chica.

-Pues ¡no! En este caso según la edad de la tortuga pueden ser varias cosas:
1º-Ciertamente un error de la tortuga.
2º-Pelea entre 2 tortugas por territorio o jerarquía.
3º-La tortuga macho durante el cortejo y cópula agarra a la hembra por el cuello mediante un bocado.
4º-Se ha hecho una herida con algo del acuario.
 

Día 3 - Mi tortuga nueva está en un rincón sin comer.
Jaja, es normal se tiene que adaptar, aprender donde ponerse para tomar el sol, vaya lo normal de una tuga.

- Pues ¡no!, las tortugas es cierto que a veces necesitamos cierto tiempo para adaptarnos, tal vez nos tiremos un tiempo sin comer o nos mostremos muy nerviosas intentando escapar, o todo lo contrario estamos quietas en un rincón, pero cuando esta situación empieza a ser indefinida hay que descartar:
1º-Que la tortuga no esté enferma.
2º-Que el acuario sea el correcto según las necesidades de la especie.
3º-Observar a las demás por si la están acosando.

Día 4 - Como las de agua se llevan bien veré mejor a las de tierra que son más tranquilas.
Un momento…….. por qué el macho está montando al otro ¿¿?? Será que es gay, ¡no! es muy chica aún,…… estará practicando.

- Pues ¡no!, las tortugas somos animales solitarios y cuando un macho se encuentra con otro lo considera un intruso y rival, así que tratará de echarlo del terrario. Como no lo conseguirá pues del terrario no hay salida, pues entonces lo acosará, perseguirá, morderá, no lo dejará comer etc. Y sobre todo muchas veces lo hacen para establecer quien es el que manda en el terrario, así que incluso llegará a montar al otro aunque sea del mismo sexo. Sin olvidar que todo esto también hay hembras que lo hacen porque son dominantes y tratan de someter a las demás.

Día 5 - Mi tortuga de tierra no quiere comer.
Es que es muy tonta y está muy mimada.

- Pues ¡no! Pueden ser varias cosas:
1º-que la comida no le guste
2º-que esté fría
3º-que la tortuga esté enferma
4º-que otra tortuga dominante la acose y no la deje comer

O sea que en general las tortugas se pelean:
1-Porque tenemos muchas dentro de un mismo acuario o terrario pequeño.
2-Por mezclar tortugas de diferentes especies, con necesidades diferentes.
3-Por no conocer los instintos naturales de las tortugas y meter en un mismo terrario varios machos.
4-Por meter en un mismo acuario o terrario tortugas de diferentes tamaños y edades.

- ¿Por cierto sabrías decirme el único momento del día en el que no nos pelearnos?
Pues si te fijas en el momento de nuestra toma de sol. Porque si te peleas y quitas a tu rival de su sitio, puede que al rato vuelva y como no queda espacio, se te suba en lo alto .
Así que mejor la dejas tranquila y te subes tú en lo alto de ella, por si acaso, jaja.

CUENTOS Y NANAS

Nanas:

Nana de la tortuga Verde, lenta, la tortuga. ¡Ya se comió el perejil, la hojita de la lechuga! ¡Al agua, que el baño está rebosando! ¡Al agua, pato! Y sí que nos gusta a mí y al niño ver la tortuga tontita y sola nadando. (Rafael Alberti)

"Las tortugas tortugosas, todas viven en Tortosa, con el rey de las babosas. ¡Se han comido al rey de las babosas! ¡Se han comido al rey de las babosas! ¡¡Las tortugas tortugosas!!!" (Cedida por Jicotea)

Cuentos:

LA TORTUGA GIGANTE
(Cuentos de la selva, 1918)

Había una vez un hombre que vivía en Buenos Aires, y estaba muy contento porque era un hombre sano y trabajador. Pero un día se enfermó, y los médicos le dijeron que solamente yéndose al campo podría curarse. Él no quería ir, porque tenía hermanos chicos a quienes daba de comer; y se enfermaba cada día más. Hasta que un amigo suyo, que era director del Zoológico, le dijo un día:
—Usted es amigo mío, y es un hombre bueno y trabajador. Por eso quiero que se vaya a vivir al monte, a hace mucho ejercicio al aire libre para curarse. Y como usted tiene mucha puntería con la escopeta, cace bichos del monte para traerme los cueros, y yo le daré plata adelantada para que sus hermanitos puedan comer bien.
El hombre enfermo aceptó, y se fue a vivir al monte, lejos, más lejos que Misiones todavía. Hacía allá mucho calor, y eso le hacía bien.
Vivía solo en el bosque, y él mismo se cocinaba. Comía pájaros y bichos del monte, que cazaba con la escopeta, y después comía frutos. Dormía bajo los árboles, y cuando hacía mal tiempo construía en cinco minutos una ramada con hojas de palmera, y allí pasaba sentado y fumando, muy contento en medio del bosque que bramaba con el viento y la lluvia.
Había hecho un atado con los cueros de los animales, y lo llevaba al hombro. Había también agarrado vivas muchas víboras venenosas, y las llevaba dentro de un gran mate, porque allá hay mates tan grandes como una lata de keroseno.
El hombre tenía otra vez buen color, estaba fuerte y tenía apetito. Precisamente un día que tenía mucha hambre, porque hacía dos días que no cazaba nada, vio a la orilla de una gran laguna un tigre enorme que quería comer una tortuga, y la ponía parada de canto para meter dentro una pata y sacar la carne con las uñas. Al ver al hombre el tigre lanzó un rugido espantoso y se lanzó de un salto sobre él. Pero el cazador, que tenía una gran puntería, le apuntó entre los dos ojos, y le rompió la cabeza. Después le sacó el cuero, tan grande que él solo podría servir de alfombra para un cuarto.
—Ahora —se dijo el hombre—, voy a comer tortuga, que es una carne muy rica.
Pero cuando se acercó a la tortuga, vio que estaba ya herida, y tenía la cabeza casi separada del cuello, y la cabeza colgaba casi de dos o tres hilos de carne.
A pesar del hambre que sentía, el hombre tuvo lástima de la pobre tortuga, y la llevó arrastrando con una soga hasta su ramada y le vendó la cabeza con tiras de género que sacó de su camisa, porque no tenía más que una sola camisa, y no tenía trapos. La había llevado arrastrando porque la tortuga era inmensa, tan alta como una silla, y pesaba como un hombre.
La tortuga quedó arrimada a un rincón, y allí pasó días y días sin moverse.
El hombre la curaba todos los días, y después le daba golpecitos con la mano sobre el lomo.
La tortuga sanó por fin. Pero entonces fue el hombre quien se enfermó. Tuvo fiebre, y le dolía todo el cuerpo.
Después no pudo levantarse más. La fiebre aumentaba siempre, y la garganta le quemaba de tanta sed. El hombre comprendió entonces que estaba gravemente enfermo, y habló en voz alta, aunque estaba solo, porque tenía mucha fiebre.
—Voy a morir —dijo el hombre—. Estoy solo, ya no puedo levantarme más, y no tengo quien me dé agua, siquiera. Voy a morir aquí de hambre y de sed.
Y al poco rato la fiebre subió más aún, y perdió el conocimiento.
Pero la tortuga lo había oído, y entendió lo que el cazador decía. Y ella pensó entonces:
—El hombre no me comió la otra vez, aunque tenía mucha hambre, y me curó. Yo le voy a curar a él ahora.
Fue entonces a la laguna, buscó una cáscara de tortuga chiquita, y después de limpiarla bien con arena y ceniza la llenó de agua y le dio de beber al hombre, que estaba tendido sobre su manta y se moría de sed. Se puso a buscar enseguida raíces ricas y yuyitos tiernos, que le llevó al hombre para que comiera. El hombre comía sin darse cuenta de quién le daba la comida, porque tenía delirio con la fiebre y no conocía a nadie.
Todas las mañanas, la tortuga recorría el monte buscando raíces cada vez más ricas para darle al hombre, y sentía no poder subirse a los árboles para llevarle frutas.
El cazador comió así días y días sin saber quién le daba la comida, y un día recobró el conocimiento. Miró a todos lados, y vio que estaba solo, pues allí no había más que él y la tortuga, que era un animal. Y dijo otra vez en voz alta:
—Estoy solo en el bosque, la fiebre va a volver de nuevo, y voy a morir aquí, porque solamente en Buenos Aires hay remedios para curarme. Pero nunca podré ir, y voy a morir aquí.
Pero también esta vez la tortuga lo había oído, y se dijo:
—Si queda aquí en el monte se va a morir, porque no hay remedios, y tengo que llevarlo a Buenos Aires.
Dicho esto, cortó enredaderas finas y fuertes, que son como piolas, acostó con mucho cuidado al hombre encima de su lomo, y lo sujetó bien con las enredaderas para que no se cayese. Hizo muchas pruebas para acomodar bien la escopeta, los cueros y el mate con víboras, y al fin consiguió lo que quería, sin molestar al cazador, y emprendió entonces el viaje.
La tortuga, cargada así, caminó, caminó y caminó de día y de noche. Atravesó montes, campos, cruzó a nado ríos de una legua de ancho, y atravesó pantanos en que quedaba casi enterrada, siempre con el hombre moribundo encima. Después de ocho o diez horas de caminar, se detenía, deshacía los nudos, y acostaba al hombre con mucho cuidado, en un lugar donde hubiera pasto bien seco.
Iba entonces a buscar agua y raíces tiernas, y le daba al hombre enfermo. Ella comía también, aunque estaba tan cansada que prefería dormir.
A veces tenía que caminar al sol; y como era verano, el cazador tenía tanta fiebre que deliraba y se moría de sed. Gritaba: ¡agua!, ¡agua!, a cada rato. Y cada vez la tortuga tenía que darle de beber.
Así anduvo días y días, semana tras semana. Cada vez estaban más cerca de Buenos Aires, pero también cada día la tortuga se iba debilitando, cada día tenía menos fuerza, aunque ella no se quejaba. A veces se quedaba tendida, completamente sin fuerzas, y el hombre recobraba a medias el conocimiento. Y decía, en voz alta:
—Voy a morir, estoy cada vez más enfermo, y sólo en Buenos Aires me podría curar. Pero voy a morir aquí, solo, en el monte.
Él creía que estaba siempre en la ramada, porque no se daba cuenta de nada. La tortuga se levantaba entonces, y emprendía de nuevo el camino.
Pero llegó un día, un atardecer, en que la pobre tortuga no pudo más. Había llegado al límite de sus fuerzas, y no podía más. No había comido desde hacía una semana para llegar más pronto. No tenía más fuerza para nada.
Cuando cayó del todo la noche, vio una luz lejana en el horizonte, un resplandor que iluminaba el cielo, y no supo qué era. Se sentía cada vez más débil, y cerró entonces los ojos para morir junto con el cazador, pensando con tristeza que no había podido salvar al hombre que había sido bueno con ella.
Y sin embargo, estaba ya en Buenos Aires, y ella no lo sabía. Aquella luz que veía en el cielo era el resplandor de la ciudad, e iba a morir cuando estaba ya al fin de su heroico viaje.
Pero un ratón de la ciudad —posiblemente el ratoncito Pérez— encontró a los dos viajeros moribundos.
—¡Qué tortuga! —dijo el ratón—. Nunca he visto una tortuga tan grande. ¿Y eso que llevas en el lomo, qué es? ¿Es leña?
—No —le respondió con tristeza la tortuga—. Es un hombre.
—¿Y adónde vas con ese hombre? —añadió el curioso ratón.
—Voy... voy... Quería ir a Buenos Aires —respondió la pobre tortuga en una voz tan baja que apenas se oía—. Pero vamos a morir aquí, porque nunca llegaré...
—¡Ah, zonza, zonza! —dijo riendo el ratoncito—. ¡Nunca vi una tortuga más zonza! ¡Si ya has llegado a Buenos Aires! Esa luz que ves allá, es Buenos Aires.
Al oír esto, la tortuga se sintió con una fuerza inmensa, porque aún tenía tiempo de salvar al cazador, y emprendió la marcha.
Y cuando era de madrugada todavía, el director del Jardín Zoológico vio llegar a una tortuga embarrada y sumamente flaca, que traía acostado en su lomo y atado con enredaderas, para que no se cayera, a un hombre que se estaba muriendo. El director reconoció a su amigo, y él mismo fue corriendo a buscar remedios, con los que el cazador se curó enseguida.
Cuando el cazador supo cómo lo había salvado la tortuga, cómo había hecho un viaje de trescientas leguas para que tomara remedios, no quiso separarse más de ella. Y como él no podía tenerla en su casa, que era muy chica, el director del Zoológico se comprometió a tenerla en el Jardín, y a cuidarla como si fuera su propia hija.
Y así pasó. La tortuga, feliz y contenta con el cariño que le tienen, pasea por todo el jardín, y es la misma gran tortuga que vemos todos los días comiendo el pastito alrededor de las jaulas de los monos.
Horacio Quiroga (1879-1937)

PASATIEMPOS SOBRE TORTUGAS

El laberinto de las tortugas (II)

Entrando por la boca de la tortuga debes conseguir llegar hasta la pequeña tortuguita que está en el centro del caparazón

SOPAS DE LETRAS SOBRE TORTUGAS

A T E R R A P E N E J K Y U O B M E T Y E B V C A Q W K K P X N Z S E S A E A T Y G H I J D F G O T I Ñ T R P T R D N M G X Y U Y U T R T F R G A I E R E R F W E D Q T R A A N X M A L L R R F H O M O C Z I Y R P J K A B G I Z A C H G D S Ñ T L C E A R T H U J E G O M N E E R A Z X C F R G M U L I N M A A G R I O N E M Y S E G R Y R F E T C G B M V S Z H A I S I T W Q A S D Y E Y F C E W S S E Y M X A I S O F L Ñ S A Z A R S Y L E H C O S P I D S

Busca estos 10 géneros de tortuga: Testudo Agrionemys Kinixys Trachemys Dipsochelys Terrapene Mauremys Graptemys Chelodina Caretta

A E M O N T T R S Ñ O X R R E K D O U E Y N B B H J O C Q O E S C U D O S A A J O I L Ñ L Z X C A I I U E V B S S A C I U N M M P P E R S G X C V A B Q W C E I A R T G C R S T B R A S D C D T R I E U A O P E O N B B A S A K A H X Ñ M U Z D E O O J H S S Z Z Q W U A A S A E Ñ P D S C Z M O L Y Y S R A U P P L A S T R O N E M A J S Ñ U H G R S C N T E D O E A E A U I I T R E O I D O S I D S S X H J K R E T L A S E I G F F R S E A C D F O A U I S U

Busca estas 10 partes del cuerpo de una tortuga: cabeza cola caparazón uñas plastrón escamas oídos patas escudos ojos

R G A E S P I R U S A M O G J A X Z M H J Q A E N B M V D F G E E A D C O M N C G B O S E O S J T R O A S X Z W U S R O D P C A D N E R O J A A I E A I O B M M N M T B Y J T R G S L L G A J L Ñ O T O S D F I E T O L T F G K E R Q N W C P M G N L A R T S S O D C E F C M S E D A E A A O N B E I R I N K S H J Y J Y E R T A D I A U C U O D E S P I N O S A O S Z N T Y R E B G H J T Y U D R A X F O H K O Y R F G S A A D A U O M E D I T E R R A N E A G

Busca estas 10 especies de tortugas: orejas rojas carbonera espolones mediterránea mora mordedora matamata espinosa egipcia rusa

A K S R P E Z I A G D Y S A E C I S E P S E U D E M Y S F G F N L P O G X T O O D S T Q S R O C C G K K U Y E R J I W Y E S Z L A F G H J M G P G O M O T S A A U E G I Y A S M U E Y E D C X U S E R D S Y O I T A R F K C I D F D A Q M C A A S N G H V K E I G R M E H S L H O M O P U S S U M N T E G P B N H Ñ U O C L A S B A L F V N K J L S H A X C G A M Y A R S T A U R O T Y P U S R S L W S A C T Y P A I N O L E H C T R S E R T P Ñ L O U Y D G X M

Busca estos 10 géneros de tortuga: Pseudemys Kinosternon Platemys Chelonia Claudius Homopus Stigmochelys Geoemyda Dermatemys Staurotypus

TORTUGAS FAMOSAS

En esta sección podréis encontrar algunas tortugas famosas de distintas series de dibujos animados y películas.

	Crush y sus hijas: En la película de Buscando a Nemo (Finding Nemo), de Pixar Animation Studios, el protagonista es un pequeño pez payaso que es capturado y llevado a un pequeño acuario de un dentista. Su padre va en busca de Nemo, y por el camino tiene que superar innumerables peligros. Es durante este viaje que conoce a un grupo de tortugas marinas, donde encontramos a Crush y sus hijas, quienes ayudan a orientarse al padre de Nemo.
	Las Tortugas Ninja: Son sin duda las tortugas más famosas de la pequeña y gran pantalla. Se trata de cuatro tortugas que en un accidente tuvieron una mutación que las convirtió en tortugas-humanas. Los protagonistas se llaman Michelangelo, Donatello, Leonardo y Raphael. Las empezamos a conocer en una serie de dibujos animados. Más tarde se hizo también una película, juegos de ordenador, figuras, ... Durante este 2007 se estrenará la última película de estas tortugas, Teenage Mutant Ninja Turtles.
	Verne: Es uno de los protagonistas de la película animada Vecinos invasores (Over de hedge). Al despertar de su sueño invernal, Verne y sus amigos del bosque ven que un gran seto ha dividido su hábitat. Deberán adaptarse a la vida de la nueva zona residencial construida en su bosque.
	Tortugas y el Duende Tortuga: En la serie de dibujos animados Bola de Dragón, en sus primeros capítulos conocemos ya a el Duende Tortuga, un maestro de las artes marciales que convive en una pequeña isla con una tortuga marina llamada simplemente Tortuga. El Duende Tortuga será unos de los personajes más curiosos e importantes de la serie, ya que se encarga de entrenar al protagonista, Goku.
	Morla: Uno de los personajes más curiosos de La historia interminable (The neverending story) es la tortuga Morla, una gran tortuga que habita en el Pantano de la Tristeza y que ayuda al protagonista, Atreyu.
	Manuelita: Es la protagonista de la película "Manuelita", basada en las aventuras de esta pequeña tortuga que quiere viajar hasta París. Esta película está basada en una canción infantil.
	La tortuga d'Artagnan: La Tortuga d'Artagnan y su fiel perro Dum-Dum eran los protagonistas de una serie de dibujos animados de los años 60. La Tortuga d'Artagnan era un espadachín cuyo único objetivo era salvar a quien estuviera en peligro.
	Franklin the Turtle Franklin es un show Canadiense para niños que ha sido traducido a muchos idiomas. Originalmente es un libro de cuentos acerca de una pequeña tortuga "en edad escolar" unos 6 o 7 años. Franklin, por medio de sus aventuras, enseña a los niños a resolver sus problemas por ellos mismos, aunque a veces requiere de la ayuda de sus padres y sus amigos.
	Turtle Tuck Tuck la tortuga, que es una tortuga orejas rojas, es uno de los 3 personajes principales de la serie americana "Wonder Pets". Tuck es una tortuga muy madura y sensible que siempre quiere dar abrazos (siempre dice: "Can I have a hug?" es decir "¿Me das un abrazo?"), es muy buena para distinguir objetos a distancia y como superheroe usa un gorro blanco de marinero, zapatos deportivos azules y una capa roja.

ESPERO QUE A LOS MÁS PEQUES DE LA CASA LES HAYA GUSTADO ESTA SECCIÓN DEDICADA ESPECIALMENTE A ELLOS

¡GRACIAS!